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¿Alguna vez has pensado en una fachada sonriente? ¿o en una fachada sin un diente? A día de hoy, esto es posible.
Esto viene desarrollado a través de un fenómeno psicológico que genera una visión óptica donde nuestra casa tiene un curioso rostro humano. ¿Se lo imaginaís?
Desde Cubiertas Diansa, tu empresa instaladora de cubiertas y fachadas, queremos comentaros un par de curiosidades sobre este tema.
Pareidolia y las fachadas con rostro que genera.
Paseando por la calle, observando las casas que te vas encontrando y de repente, aparece una que parece que te sonrie. No estas loco, es solo una ilusión óptica y sí, te sonríe la fachada.
Este fenómeno es conocido como la pareidolia. La pareidolia consiste en percibir un estímulo vago y aleatorio (suele ser una imagen) y asociarlo con una figura reconocible de forma errónea.
Aunque el rostro humano se considere un fenómeno del arte y la fotografía ¿por qué no usarlo para el mundo de la arquitectura? Solo se trata de aportar un toque cómico y personal a la construcción.
Esto también sucede cuando un niño dibuja una casa. ¿Nunca se habeís parado a pensar que las casas que dibujabamos cuando pequeños tenían un rostro? Es un fenómeno que ocurre debido a diversos cuentos del norte de Europa donde podías encontrar una variedad de casas con rostros.
Y si se animaís a tener una fachada tan animada, a través de nuestros servicios de fachadas podeís conocer todos los detalles.
Fachadas con rostro como parte de la mitología griega.
Este tipo de fenómeno arquitetónico asociado con la psicología viene de muchos años atrás. Todo se remonta a la mitología griega cuyos edificios generaban rostros o figuras tanto humanas como animales para prestigiar a las familias.
Se realizaron a finales del siglo XIX y a principios del siglo XX, en edificaciones de estilo neoclásico.
Estos rostros humanos que se creaban en las fachadas era un signo de nobleza en un periodo donde se habían prohibido las casas en galería y se buscaba una diferenciación en la arquitectura. Solo se pretendía copiar el arte de otros paises de Europa y conseguir estar a la altura de Francia o Italia.
Como vemos, el comienzo de estas fachadas fue muy distinto al actual. Aunque en muchos monumentos famosos podamos distinguir rostros o figuras, como en los jardines renacentistas de Bomarzo (Roma), en el día a día, a la hora de comenzar la construcción de una casa, el fenómeno cambia por completo.
Un arte mitologíco llevado al aspecto más cotidiano y humorístico. Una curiosidad que hará que cuando vayas paseando o de turismo, no pares de observar rostros en las fachadas. Algo más curioso que buscar la rana de Salamanca en su fachada.
Desde Cubiertas Diansa esperamos que os haya gustado este curioso tipo de fachadas y, recordaros que para cualquier consulta sobre este tema sólo teneís que contactar con nosotros.
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