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Chicago es una de las ciudades moderna que más destaca por su arquitectura. En esta ciudad se dieron una serie de condiciones especiales que propiciaron el resurgir de esta gran metrópolis. En Cubiertas Diansa, especialistas en cubiertas y fachadas, somos unos apasionados de la arquitectura, como podéis ver en otros posts. Y que mejor forma que expresar nuestra admiración a este arte, que contaros cómo la famosa Escuela de Chicago revolucionó la ciudad y la arquitectura moderna.
La Escuela de Chicago, el origen de los rascacielos
El Gran Incendio de Chicago
Para comentar el gran esplendor que transformó esta ciudad, primero debemos de hacer referencia al Gran Incendio de Chicago.
En la noche del 8 de octubre de 1871 se produjo un gran incendio que devastó gran parte de la ciudad. Con el correr de las horas los principales edificios de Chicago fueron cayendo: edificios federales, hoteles, edificios de apartamentos, el edificio de la Corte, y muchísimos otros edificios de todo tipo. Más de 40.000 edificios de la época eran construcciones de madera. El fuego también ardió violentamente a lo largo de todo día siguiente y recién pudo ser controlado el 10 de octubre cuando una lluvia providencial ayudó a apagar el incendio.
La Escuela de Chicago
Tras el gran incendio, existe una gran presión por parte de la burguesía industrial de reconstruir la ciudad de forma sólida y bajo plano reticular previo. Aquí es donde entra William Le Baron Jenny, quien fue profesor en la Universidad de Michigan. En su estudio se germinará el estilo que definiremos como La Escuela de Chicago, de donde saldrán los proyectistas más importantes de las próximas décadas.
Características de la Escuela de Chicago
- El uso de nuevos materiales estructurales. Se produjo una evolución del hierro fundido al acero, que permitía crear estructuras más ligeras y resistentes. Gracias a esto, se comenzaron a elevar los edificios en altura hasta lo que hoy conocemos como rascacielos. El hormigón armado también fue una gran revolución, que combinaba el hormigón reforzado con varas de acero.
- Los sistemas de cimentación se perfeccionaron. El “Chicago caisson’’ de cemento, permitió levantar los edificios en altura en zonas poco estables como las arenosas y fangosas orillas del Lago Michigan.
- Una de las innovaciones más decisivas que propiciaron el auge de los edificios en altura fue la aplicación del invento del ascensor. Esto resolvió el problema de desplazarse de forma vertical, ofreciendo un ascenso rápido y sin desgaste físico.
- Cambio estilístico en el exterior de los edificios. Se adoptaron superficies lisas y acristaladas desarrollando un lenguaje geométrico de líneas horizontales y verticales.
La Escuela de Chicago tuvo una gran influyencia y repercusión sobre la arquitectura de esa época y la venidera, siendo uno de los pilares más importantes del Movimiento Moderno. Para aquellos más interesados en el mundo de la arquitectura, podéis echarle un vistazo a nuestro post sobre el arquitecto Le Corbusier, que podéis encontrar en nuestro blog.
¡Esperamos que os haya gustado!
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